jueves, 19 de enero de 2017

En busca de un final feliz

La temporada de Campaña Sport

"Tener un final feliz depende, por supuesto, de donde quieras que acabe tu historia" (Orson Welles)




Hace algunos años, la presencia de vehículos BMW en los puestos cabeceros de las pruebas regionales gallegas era algo reservado a muy pocos equipos, entre los que destacaba el de Víctor Magariños como uno de esos escasos ejemplos. Los vehículos de tracción trasera, entre los cuales los Ford Escort y Sierra Cosworth eran mayoría, eran vehículos muy poco apropiados para los habitualmente resbaladizos asfaltos gallegos y pocos equipos veían en ellos unas armas adecuadas para poder optar a buenos resultados. Sin embargo, en los últimos años han ido apareciendo varios equipos que han optado por los espectaculares vehículos alemanes, obteniendo además brillantes resultados. Uno de estos equipos es el formado por el piloto de Caldas Adrián Campaña y el copiloto de Padrón Eduardo Fabeiro.

La temporada 2015 había significado un brillante debut para el equipo Campaña Sport. Rapidez y espectacularidad fueron las señas de identidad de un equipo que se convirtió en una de las grandes revelaciones del regional gallego. Un fuerte accidente en el Rali Comarca da Ulloa ponía un triste broche a una temporada donde habían logrado proclamarse campeones gallegos del Trofeo Dmack y campeones gallegos de rallyes dentro del grupo T.

En 2016, el equipo Campaña Sport iniciaba su segunda temporada de competición, una temporada donde esperaban, gracias a la experiencia acumulada el año anterior, dar un paso más en sus prestaciones dentro de las pruebas del regional gallego. A comienzos de año, el BMW con el que se habían dado a conocer, todavía estaba siendo reparado en el taller de Sportcars en Padrón tras el accidente sufrido en el último rally del año anterior. A pesar de ello, Adrián y Eduardo ya tenían en mente un ambicioso proyecto para esta temporada. La Copa Top Ten Driver Pirelli era el nuevo objetivo para el equipo, una copa donde sus primeros clasificados habitualmente se sitúan cerca de las posiciones de podio absoluto en cada rally. Con mucho esfuerzo, pero también con mucha ilusión, el equipo había logrado cerrar un programa donde el único objetivo era seguir aprendiendo.

Con algunas evoluciones en su BMW 328i E36, reconvertido a M3 E36, el Rali de Noia marcaba el punto de partida de la temporada de Campaña-Fabeiro. Con un planteamiento bastante conservador, el equipo no quería cometer errores ante las dificultades de la prueba coruñesa y su falta de adaptación a las gomas Pirelli. Pero desde el primer tramo todo se complicó, con fallos en los interfonos y una avería en el tercer tramo, en la que se dejaban más de 10 minutos con la cabeza del rally y que los alejaba de cualquier buen resultado en la primera prueba de la temporada. Sabiendo que ya no tenían opciones en la prueba de Noia, los del BMW se dedicaron el resto del rally a agradar a los aficionados con su espectacular conducción, después de reparar su montura. En una posición a la que no estaban acostumbrados, Campaña-Fabeiro lograban alcanzar la meta como últimos clasificados de la Top Ten Driver Pirelli y sextos entre los vehículos del grupo T.


Campaña Sport ponía sus miras en el Rali do Cocido, la segunda prueba de la temporada en el CGR. Los complicados tramos de la prueba lalinense, sucios y muy resbaladizos, ponían contra las cuerdas al potente vehículo alemán que tan solo equipaba neumáticos de seco. Campaña-Fabeiro sufrían incluso una ligera salida de pista en la que dañaban la trasera de su M3. En propias palabras del piloto de Caldas, era el rally más complicado de los que había disputado hasta la fecha. Sin embargo, el cese de las precipitaciones permitió al equipo encontrarse unos tramos mucho más secos en la jornada de tarde. Esto permitió que se encontraran mucho más cómodos, mejorando ostensiblemente sus cronos y remontando hasta la 6ª posición de la copa y la 2ª entre los grupo T. Con el último tramo cronometrado ya finalizado, un pequeño error técnico en el enlace al parque cerrado final suponía la exclusión del equipo en esta prueba. Un pequeño jarro de agua fría para un equipo que veía como sus 2 primeras pruebas de la temporada no habían finalizado con los resultados previstos.


Con el vehículo ya reparado después del “toque” de Lalín, el equipo se desplazaba hasta Tui para disputar el Rallye Eurocidade, prueba en la que esperaban lograr un buen resultado, después de no conseguirlo en las 2 citas anteriores. La prueba entre la localidad pontevedresa de Tui y la portuguesa Valença volvía a tener a la lluvia como protagonista. Una vez más, Adri y Edu tendrían que domar la potencia de su BMW en un asfalto mojado y equipando neumáticos de seco. Estas circunstancias llevaban a más de un susto a nuestros protagonistas que debían tomarse con calma los primeros tramos del rally. La tarde soleada, en unos tramos fronterizos con el país luso, permitían de nuevo al equipo volver a demostrar su rapidez. Una magnífica remontada llevaba a Campaña-Fabeiro al puesto 12º de la general, 5º de la Top Ten Pirelli y vencedores del grupo T. A pesar de las complicaciones, el equipo había logrado su mejor resultado en una prueba del gallego.


Después de 3 pruebas disputadas, Campaña-Fabeiro veían como reeditar el título del grupo T estaba a su alcance, a pesar de los malos resultados de Noia y Lalín. Grille-Corzón con su Sierra Cosworth y Dopico-Gregorio con su M3 E36 eran los dos principales adversarios en la lucha por este título, si bien el primero era muy probable que no siguiese todo el campeonato y el segundo sumaba 2 abandonos y un tercer puesto en este inicio de temporada.

La cuarta cita de la temporada en el CGR llevaba a los participantes al Rallye Cidade de Narón, un rally donde, ausente Grille, Dani Dopico partía como el favorito entre los vehículos de propulsión convencionales, después de su gran actuación de la temporada anterior. Campaña-Fabeiro no estaban dispuestos a darse por vencidos frente a un rival directo por el campeonato del grupo T y, sobre un asfalto completamente seco por primera vez en la temporada, salían totalmente convencidos de luchar por la victoria. Los 2 equipos, con sendos M3 E36, se enfrascaban en una fantástica pelea luchando por la victoria de grupo y la cuarta posición absoluta del rally. Al último tramo del rally llegaban Campaña-Fabeiro como brillantes cuartos clasificados, con una renta de 9 segundos sobre Dopico-Gregorio, pero un desafortunado pinchazo daba al traste con el gran rally protagonizado por Adri y Edu, que cedían más de 5 minutos en este percance, bajando al 20º puesto de la general final del rally y perdiendo la victoria en el grupo T. Dentro de la Top Ten Driver Pirelli, pasaban de la 2ª posición a la 5ª. A pesar de los problemas, el resultado final del rally permitía a los de Desguaces Tino Racing continuar liderando el campeonato del grupo T (gracias al tercer puesto final), aunque ahora con una reducida ventaja sobre el equipo de Dani Dopico.


Ya con media temporada del CGR disputada, y con casi un mes por delante para el siguiente rally, Adrián Campaña decidía probar suerte en una disciplina nueva para él. La montaña y la Subida Cidade de Pontevedra eran el escenario donde el piloto de Caldas pilotaría por primera vez sin su habitual copiloto. La falta de experiencia en una disciplina donde se rueda totalmente al límite, llevaba al del BMW a tener varios sustos e incluso a sufrir algún toque al buscar rebajar sus cronos. A pesar de todo, una vez más, el resultado final de la prueba pontevedresa era más que satisfactorio para el piloto del equipo Campaña Sport, 7º clasificado entre los turismos y victoria en el grupo T. 

Con el Rallye Sur do Condado se iniciaba la 2ª parte de la temporada en el CGR. Con las altas temperaturas como protagonistas, el rally con sede en Salvaterra no contaba ni con Grille ni con Dopico, presentándose así una situación ideal para que Campaña Sport pudiese distanciarse en el liderato del grupo T. El escaso presupuesto del equipo obligaba a nuestros protagonistas a montar neumáticos usados en su BMW. El mal estado de las gomas, el abrasivo asfalto y el calor que hacía mella en los motores, hacían que Campaña-Fabeiro no encontrasen el ritmo en el Surco, viéndose muy retrasados en los tramos matutinos. Después del reagrupamiento del mediodía, el equipo decidía aumentar el ritmo y forzar sus “resecos” neumáticos. Al final del rally habían conseguido remontar hasta el 17º puesto de la general, el 5º de la Top Ten Pirelli y el 2º entre los vehículos del grupo T, sólo superados por el Sierra de Marcos Díaz. Un resultado muy positivo y que los aproximaba a un nuevo campeonato gallego de grupo T.


Un rally nuevo para Adrián y Eduardo, el Rallye San Froilán, era el escenario más propicio para que ambos prácticamente se asegurasen el título de su categoría. En un rally de menos a más, comenzaban con pequeños problemas mecánicos que los retrasarían levemente en los 2 primeros tramos. La lluvia presente en los 2 tramos posteriores se sumaría a los problemas del equipo, que se veían algo retrasados antes de iniciar los tramos de la tarde. En los tramos vespertinos, decidían mantener un ritmo constante, pero sin arriesgar lo más mínimo, esperando que su nula experiencia en tramos nocturnos no les pasase factura. Al final del rally, Adri y Edu lograban su mejor resultado final en un rally en las 2 temporadas que llevan en competición. Octavos absolutos, segundos de la Top Ten Pirelli y segundos del grupo T. Este segundo puesto por detrás de Dopico-Gregorio los dejaba como los máximos favoritos al título de campeones gallegos de rallyes del grupo T, a falta de 3 pruebas por disputarse.


La antepenúltima prueba de la temporada en el CGR se celebraría en tierras ourensanas. El Rally de Ourense – Ribeira Sacra era otro rally nuevo para Campaña Sport. Sin Dani Dopico, que prácticamente decía adiós a sus opciones al título del grupo T, Grille-Corzón serían los rivales directos de Campaña-Fabeiro en la lucha por la victoria entre los vehículos de tracción trasera. El rally, organizado por la Escudería Luintra, presentaba unos tramos muy delicados y que hacían presagiar que los equipos participantes iban a sufrir para mantener sus coches sobre el asfalto. Después de la toma de contacto con el primer tramo en Castro de Beiro, el rally de verdad comenzaba en la fría mañana del sábado. El equipo Campaña Sport comenzaba la prueba con un gran crono en el segundo tramo, aunque se veía superado por el equipo Grille Competición, que volaba en tiempos de cabeza del rally. El espectáculo de estos 2 equipos finalizaría de la peor manera en el siguiente tramo. Adrián Campaña y Eduardo Fabeiro sufrirían una fuerte salida de carretera, por suerte sin daños personales de gravedad, aunque el BMW M3 quedaba muy maltrecho. Una vez más con neumáticos de seco sobre asfalto mojado, los del BMW se encontraban con un asfalto muy resbaladizo (lo habían entrenado sobre seco), perdían la trasera de su vehículo a la salida de una curva, que golpeaba un muro de piedra y catapultaba el vehículo dando varias vueltas de campana. Casi en ese mismo instante, unos cuantos kilómetros más adelante, Grille-Corzón perdían el control de su Sierra RS Cosworth en un resbaladizo asfalto en bajada y sufrían idéntico destino al del equipo Campaña Sport, golpeando brutalmente su vehículo contra un muro y dejando su montura muy dañada. Para ambos equipos, los accidentes supondrían el final de sus respectivas temporadas y, al no celebrarse el Rallye de A Coruña, Adrián Campaña y Eduardo Fabeiro se proclamarían matemáticamente como campeones gallegos de rallyes de grupo T, por segundo año consecutivo.


El accidente en la última prueba disputada no empaña para nada la gran actuación de Campaña Sport en esta temporada 2016. Campeones gallegos de grupo T y subcampeones de la Copa Top Ten Driver Pirelli en su categoría, Campaña-Fabeiro han demostrado que ya han dejado de ser un equipo revelación para convertirse en una de las referencias del regional gallego, tanto por su rapidez como por su espectacularidad.

martes, 17 de enero de 2017

Campeones y dominadores

La temporada de García-Liso

"Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa" (Mahatma Gandhi)



En el año 2013, un joven equipo aragonés daba sus primeros pasos en el Campeonato de España de Rallyes de Asfalto. Durante 3 años, este equipo iría subiendo peldaño a peldaño en su carrera deportiva, desde aquel primer año en un pequeño Suzuki Swift con el que comenzaría a conocer las pruebas nacionales, pasando por un segundo año con un Ford Fiesta R2 con el que ganaría la Beca RMC y disputando la temporada pasada con un Mitsubishi Lancer Evo. X R4, coche con el que no sólo se proclamarían campeones indiscutibles de la Mitsubishi Evo Cup, sino que además lograrían un podio absoluto y estar luchando siempre por los puestos cabeceros en cada prueba. 2015 había sido un gran año para Cristian García y Rebeca Liso, mostrándose como la clara alternativa a los insuperables Porsche, haciendo gala de una gran regularidad y sin apenas cometer errores durante toda la temporada.

Durante 3 años, este joven equipo ha sido un ejemplo de trabajo y esfuerzo, dándolo todo en cada prueba y no dándose por vencidos aún cuando sus rivales se encontraban en clara superioridad mecánica. Cuando a comienzos del 2016 se confirmaba la decisión por parte de la RFEDA de limitar la potencia de los Porsche que habían dominado el CERA los últimos años, las posibilidades de dar otro paso adelante para la pareja aragonesa se acrecentaban. Más todavía cuando la categoría N+ se iba a ver potenciada, con mayores diámetros de brida, posibilidad de emplear cambios secuenciales y mayor libertad en la elección de sistemas de freno.

La temporada de Cristian y Rebeca no estaba ni mucho menos cerrada un mes antes del comienzo del CERA. A pesar del nivel demostrado en temporadas anteriores, las opciones de tener un buen programa para esta temporada no estaban nada claras. De hecho, hablando con el propio piloto una semana antes de finalizar el mes de febrero, comentaba que lo más probable era que repitiese exactamente con el mismo equipo y vehículo de la temporada anterior, bajo la batuta de RMC.

Bajo esta premisa, García-Liso debutaban esta temporada en la primera edición del Rallysprint de La Mencía, en la berciana Villa de Cacabelos. En la prueba leonesa, con el mismo Mitsubishi Lancer Evo. X R4 de la temporada anterior, el equipo iba a tener un interesante test, sobre todo con la presencia del subcampeón nacional de rallyes de la temporada anterior debutando con un Ford Fiesta R5. Sin embargo, esta prueba no iba a dejar nada en claro en cuanto a lo que sería el devenir de la temporada. García-Liso se tomaban la cita con mucha calma y, después de que los gallegos Otero y Ares se colocasen como los primeros líderes, veían como sus rivales iban quedando fuera de carrera. Sin errores, una vez más, el equipo aragonés se hacía con su primera victoria de la temporada.


Cuando a comienzos de marzo se hacía oficial el retorno de Mitsubishi como equipo de fábrica junto a Repsol, las expectativas de la pareja aragonesa se disparaban a lo más alto.

La temporada 2016 del nacional de rallyes de asfalto se iniciaba con un periplo canario que llevaba a los pilotos a la isla de Gran Canaria primero y a la de Tenerife después. Muchas novedades en esta temporada y muchas dudas sobre cómo se desarrollaría la misma. Para estas 2 primeras pruebas insulares, Cristian García no contaría con Rebeca Liso como copiloto, en su lugar se sentaría a su derecha el local Eduardo González, que aportaría un gran conocimiento de ambas pruebas al piloto aragonés. Además de nuevo copiloto, Cristian estrenaba un nuevo Mitsubishi Lancer Evo. X N+ que presentaba importantes evoluciones con respecto al R4 de la temporada anterior.

El Rally Islas Canarias – El Corte Inglés, valedero para el ERC, abría el telón de la temporada con un plantel de pilotos de auténtico lujo. Pilotos mundialistas, del europeo y locales iban a enfrentarse a los que durante esta temporada serían los habituales del campeonato nacional. Mientras tanto los primeros R5 europeos como los primeros equipos locales parecían fuera de su alcance, García- González se veían superados en los primeros compases por Ares-Tomé. Tras la disputa del cuarto tramo, el dúo oficial de Mitsubishi se aupaba a la primera plaza y, con los problemas de Ares, sólo tendría que administrar la ventaja obtenida con respecto a Monzón hasta el final del rally. Con 6 scratch y una ventaja de más de medio minuto, Cristian García, junto a Eduardo González, se hacía con su primera victoria absoluta en el CERA.


La autoridad con la que Cristian se había llevado el Islas Canarias, una prueba que a priori era una de las más desfavorables para su montura, lo situaban como el máximo favorito al título tras esta primera prueba. Con este estatus partía en la segunda cita del CERA, el Rally Villa de Adeje. De nuevo con Eduardo como navegante, Cristian cumplía los pronósticos, tomando el liderato de la prueba tinerfeña desde el primer tramo y no abandonándolo hasta el final. Con 8 scratch en 12 tramos, la segunda victoria en el CERA, situaba a Cristian y Eduardo como líderes destacados del campeonato, beneficiándose del alto coeficiente de la primera prueba disputada y de los problemas de sus principales rivales.

Ya metidos en el mes de abril, el CERA viajaba de regreso a la península. Andalucía acogía la tercera cita del certamen, con un Rallye Sierra Morena en el que Cristian García esperaba continuar con la racha iniciada en las islas, ahora con el equipo Mitsubishi Repsol casi al completo. El piloto de Tarazona volvía a contar a su derecha con la copiloto zaragozana Rebeca Liso, que lo acompañaría en su camino hacia el título durante el resto de la temporada. No podía haber sido mejor el estreno de Rebeca en esta temporada del CERA. El primer coche del equipo oficial Mitsubishi volvería a dominar en los tramos cordobeses de principio a fin. A pesar de la fuerte oposición del asturiano Yonatan Pérez, la pareja de Mitsubishi se anotaría los 4 primeros scratch de un total de 7 tramos, administrando una ventaja de 36 segundos al final del rally. Después de las 3 primeras citas de la temporada, Cristian caminaba directo hacia su primer título nacional, mientras que para Rebeca la situación era mucho más complicada al haberse perdido 2 pruebas, una de ellas de máximo coeficiente.


El CERA se desplazaba al norte de la península con las 5 siguientes citas repartidas entre Galicia, Cantabria y Asturias. La primera de ellas sería Ferrol, una prueba donde se frenaría la racha triunfal del equipo de Mitsubishi España. Después de comenzar la prueba con 2 scratch, García-Liso se veían obligados a ceder el liderato de la prueba tras sufrir un pinchazo en su vehículo y perder 3 minutos y 40 segundos con respecto a la cabeza. Viendo que las posibilidades de luchar por el podio se habían esfumado, el líder del certamen optaba por no correr riesgos y se conformaba con los puntos de una séptima posición muy importantes para el campeonato.

Después del traspiés en la prueba gallega, el Rallye de Santander suponía una nueva oportunidad para retomar la senda de la victoria. En un rally de menos a más, García-Liso comenzaban ligeramente descolgados, pero tras el tercer tramo se adjudicaban 5 scratch consecutivos que les otorgaron una brillante victoria en la prueba cántabra, por delante de sus compañeros de equipo Monarri-Sanjuán.


El equipo Mitsubishi Repsol dominaba con firmeza el CERA, con Cristian liderando con claridad entre los pilotos y con Rebeca recuperando terreno frente a Marcos Burgo entre los copilotos. Con esta situación, 15 días después de Santander llegaba el turno de la cita de Ourense. En la última cita del año en tierra gallega, nuestros protagonistas habían logrado su primer y único podio absoluto en la temporada anterior. Era de esperar que ambos pudiesen luchar sin problemas por la victoria. Pero, de entrada, esta opción no parecía para nada fácil, con una oposición formada por Burgo, Pérez, Vallejo, Monarri o Ares. Desde el primer tramo, García-Liso no se arrugarían frente a unos rivales con mayor experiencia. Situándose líderes en el primer tramo y cosechando 6 scratch de 11 tramos disputados, la pareja aragonesa dominó de principio a fin en la ciudad de As Burgas. Era la quinta victoria en 6 pruebas disputadas y permitía a Cristian García llegar a la mitad de la temporada como un sólido líder del CERA, con la ilusión de que el título no se le podría escapar al regresar del parón veraniego. Las opciones de Rebeca Liso también se multiplicaban tras esta nueva victoria, aunque todavía tendría que pelear en la segunda mitad del campeonato si quería hacerse con el título de copilotos.


En una temporada en la que todo les estaba saliendo a la perfección y aprovechando el parón producido en el CERA, el equipo no quería perderse el Rallye del Bierzo, una prueba valedera para el campeonato regional de Castilla y León que aprovecharían para coger ritmo de cara al regreso del nacional en Asturias. Siguiendo la línea marcada en el CERA, García-Liso vivían una bonita lucha con su compañero Monarri, pero se llevaban todos los tramos disputados menos 1, anotándose una nueva victoria en una temporada para enmarcar.


Con la llegada del mes de septiembre se producía el regreso del certamen nacional. El Rally Princesa de Asturias iniciaba el periplo asturiano en el nacional de asfalto. En la cita ovetense García-Liso cometían su primer error de la temporada. Dos ligeras salidas de pista en los primeros compases de la prueba reducían las posibilidades de victoria del equipo, perdiendo mucho tiempo frente a una feroz competencia. La de Oviedo sería la prueba más complicada para ellos, aunque una buena remontada, con un scratch incluido, acababa con el Mitsubishi en la cuarta posición final. Los puntos conseguidos con esta posición resultaban vitales para que en la siguiente cita, también en Asturias, Cristian dispusiese de su primera oportunidad para proclamarse matemáticamente campeón. Del mismo modo, el hecho de no conseguir puntos en esta prueba por parte de Marcos Burgo, permitía a Rebeca Liso convertirse en la nueva líder del campeonato de España de copilotos.


15 días después de la sufrida prueba de Oviedo para este equipo, Asturias volvía a ser la protagonista de una nueva prueba del CERA. El Rallye Villa de Llanes era una prueba donde la temporada anterior García-Liso habían sufrido mucho, así que desde el primer tramo salían a darlo todo en busca de la victoria. Con 5 scratch en la parte inicial de la prueba y un último scratch en el décimo y último tramo, Cristian y Rebeca conseguían doblegar a todos sus rivales, entre los que destacaban Pernía y su compañero Monarri. Con esta victoria, la sexta de la temporada dentro del CERA, Cristian García se proclamaba brillantemente como nuevo campeón de España de rallyes de asfalto. Era la primera vez en la historia del CERA que un piloto aragonés se hacía con el título. Por su parte, Rebeca Liso, después de la victoria de Llanes aumentaba la ventaja al frente de la clasificación de copilotos, aunque tendría que pelear con Burgo en las dos pruebas restantes.


La penúltima cita del CERA 2016 citaba a sus pilotos en el novedoso Rallye de La Nucía. A la prueba levantina se presentaban García-Liso con el objetivo de tratar de luchar por el título de copilotos y de sumar una nueva victoria a una brillante temporada. Desde los instantes iniciales de la prueba, la pareja del Evo. X se encontraban en la lucha por la victoria. Colocándose líderes de la prueba tras el tercer tramo y cosechando 5 scratch tras la disputa de 7 tramos, el equipo afrontaba el último tramo con la convicción de poder anotarse la victoria, con casi un minuto de ventaja sobre su compañero de equipo. Sin embargo, la suerte del campeón fue esquiva con este equipo y, con la meta del último tramo casi a la vista, sufrían un pinchazo que provocaba un trompo del Mitsubishi en una zona estrecha. La mala suerte hizo que el coche quedase atrapado bajo el guardarraíl, teniendo que necesitar la ayuda del público para devolver el coche a la circulación. Más de 18 minutos perdidos en este percance echaban por tierra el trabajo de Cristian y Rebeca, que se veían relegados muchas posiciones en la clasificación final del rally. Además, el podio final de Burgo hacía que Rebeca perdiese el liderato del campeonato de copilotos, teniendo que jugarse el título en la última prueba, a la que llegaba con 7.5 puntos de desventaja.


El Rally RACE Comunidad de Madrid, además de poner el broche a la temporada 2016 del CERA, tenía el incentivo de la lucha por el título de copilotos para el dúo aragonés. La ausencia de los hermanos Burgo ponía las cosas mucho más fáciles a los de Mitsubishi Repsol, que podían permitirse un rally relajado y sin arriesgar lo más mínimo. Pero como los grandes campeones, conformarse con un mínimo resultado que les diese el título no estaba entre sus planes. Iniciando el rally con el único objetivo de luchar por el triunfo, lo daban todo en el primer tramo, consiguiendo el scratch, pero viéndose relegados a la cuarta posición de la general por una penalización. En un rally lleno de alternativas, en el quinto tramo García-Liso se hacían con el liderato, aunque en el tramo 7 lo perdían, para recuperarlo un tramo después y no abandonarlo ya hasta el final del rally tras adjudicarse un total de 6 tramos. La séptima victoria de la temporada de Cristian y la quinta de Rebeca ponía el broche de oro a una temporada donde fueron los claros campeones de España de rallyes de asfalto con el equipo Mitsubishi Repsol.


El resumen de la temporada de Cristian deja unos números espectaculares, con la disputa de 10 pruebas dentro del CERA en las que consiguió 7 victorias, 49 scratch y una ventaja espectacular como campeón de España de pilotos de rallyes de asfalto. Para Rebeca, las 5 victorias y 35 scratch conseguidos dentro del CERA suponían el título de campeona de España de copilotos y el título de campeona de España de copilotos femeninos. Además, para ambos hay que sumar las dos pruebas disputadas con sendas victorias fuera del CERA. Por si no fuera suficiente, piloto y copiloto fueron grandes responsables del título de marcas de Mitsubishi y del título de equipos para Mitsubishi Repsol. Sin duda una temporada que les costará repetir y donde se han mostrado como dominadores absolutos.

"Nuestra temporada ha sido una auténtica sorpresa. En ningún momento pensamos que todo saliese así. Nos ha salido todo de cara y Cristian ha podido ganar mucha confianza.
Para el año que viene no tenemos nada cerrado aún, pero lo que tenemos claro es que contamos otra vez con el apoyo incondicional de Roberto Méndez. Decidiremos con él lo que se hará y estamos muy agradecidos de poder seguir con RMC."
Rebeca Liso


Para este año 2017 se espera que la reglamentación del CERA vuelva a sufrir numerosos cambios. Por el momento ya está definida una nueva normativa en la que los vehículos N+ se verían obligados a montar bridas de admisión con diámetros más reducidos. Como en 2016, la nueva temporada partirá otra vez de cero y llena de incógnitas, pero lo que es seguro es que Cristian García y Rebeca Liso volverán a ser de nuevo protagonistas. Desde aquí, felicitar a los campeones por esta brillante temporada y desearles lo mejor para este próximo año.




lunes, 16 de enero de 2017

¿Un campeonato imposible?




En la anterior entrada de este blog, se presentaba una encuesta para que todo aquel que así lo desease, dejase su opinión sobre qué rumbo creía que debería seguir el CERA en el futuro. Se mostraban 16 diferentes opciones que incluían las principales variaciones que podrían darse en cuanto a las categorías y normativas para los vehículos admitidos.

Los resultados de dicha encuesta han sido bastante sorprendentes, ya que las votaciones han estado muy repartidas, pero dejan bastante claro por donde van las opiniones de los que han participado en ella. El primer dato que se puede extrapolar de esta encuesta es que el 95% de las opiniones apuntan a que la normativa actual debería ser cambiada, lo que demuestra que la RFEDA no ha estado muy acertada en su última reglamentación.


A continuación, iremos analizando uno a uno los diferentes aspectos que deben definir la reglamentación de un campeonato como el nacional español, indicando la opinión de los encuestados y también me gustaría aportar la humilde opinión de un servidor.



¿Qué debería buscar un nuevo reglamento?

Esto es lo primero que debemos analizar. Está claro que un reglamento ideal debería fomentar la promoción de los pilotos, tanto a nivel nacional como internacional, también debería dar la posibilidad a los pilotos de participar en campeonatos FIA con los mismos vehículos con los que competirían durante toda la temporada nacional e incluso debería permitir que las pruebas celebradas en nuestro país fuesen valederas tanto para el nacional como para los campeonatos FIA (si fuese el caso) conjuntamente.




¿Campeonato mixto o únicamente de asfalto?

Sólo una cuarta parte de los encuestados se han decantado por la opción de un campeonato donde el asfalto y la tierra fueran coprotagonistas. Las razones de esta reducida proporción parecen claras, los costes de un campeonato mixto se dispararían frente a un campeonato solo de asfalto. Un campeonato mixto supondría, lógicamente, una mejor formación para los pilotos jóvenes que quisieran proyectar su carrera internacionalmente.

Personalmente creo que sí se debería formar un campeonato mixto, pero no un campeonato que sustituyese a los dos certámenes nacionales que tenemos en la actualidad. La idea sería crear un campeonato (CER) que combinase las 5 mejores pruebas del CERA y las 5 mejores pruebas del CERT, por poner un ejemplo. Cada campeonato, CERA y CERT, mantendrían sus calendarios y esas 10 pruebas serían valederas para 2 campeonatos, siendo necesario participar en un mínimo de pruebas de cada superficie para clasificarse en el CER. Tendríamos 3 clasificaciones independientes y cada piloto podría elegir en qué participar y en qué no. El CER sería un campeonato más enfocado a la proyección de pilotos y lo ideal sería que cada temporada, de forma similar a lo que ocurre con la FFSA, un piloto destacado en la temporada anterior fuese apoyado para participar en un campeonato internacional de base. Los pilotos participantes en este certamen tendrían un solo campeonato para perfeccionar su pilotaje sobre asfalto y tierra sin necesidad de salir a los campeonatos extranjeros.




¿Vehículos con normativa FIA o no?

Casi el 90% de los encuestados han demostrado que, si de ellos dependiese, todos los vehículos admitidos en el CERA correrían bajo normativa FIA. Las ventajas de esta decisión serían terminar con la inestabilidad reinante en las últimas temporadas (en cuanto a reglamentación) y que los vehículos participantes en el CER podrían participar en cualquier campeonato FIA. Los inconvenientes de esta decisión se centrarían básicamente en la competitividad de los vehículos de la categoría GT, que se vería reducida notablemente.

Mi opinión personal en este aspecto ha variado de hace un par de temporadas hasta ahora. Hace algunas temporadas, ver vehículos GT, R5 y N+ luchando por victorias me hacía pensar que la normativa creada por la RFEDA era más apropiada para los certámenes nacionales que la normativa FIA. Sin embargo, dados los problemas que han surgido en las 2 últimas temporadas y que han desestabilizado totalmente la competición, creo que seguir la normativa FIA es la única solución viable para nuestros certámenes.




¿A qué categorías debería limitarse el campeonato?

Un 60% de los encuestados han votado por un campeonato donde se admitiesen todos los vehículos FIA homologados y todos aquellos que han perdido la homologación recientemente. Esto permitiría participar a todos los vehículos WRC presentes en España, así como a todos los vehículos Kit Car. El peligro de esta decisión sería que se repitiese la situación producida en el año 2013, donde un solo vehículo WRC participaría en el campeonato, llevándose el título sin oposición.


En este aspecto estoy totalmente de acuerdo con la mayoría de los participantes en la encuesta. Limitar la participación de ciertos vehículos en el campeonato sería una pérdida tanto para los aficionados como para los propios participantes. Además de los vehículos actualmente homologados, los vehículos WRC de primera generación y los vehículos Kit Car (F2 y F3) son vehículos muy espectaculares y también bastante abundantes en nuestro país. Abrir el campeonato a la participación de todos estos vehículos tendría numerosas ventajas. El primer problema que presentaría esta medida sería la posibilidad de que un piloto adquiriese un vehículo de primera categoría, como un WRC de última generación, y el resto de pilotos compitiesen con vehículos de categoría inferior, pudiendo el primero llevarse el título sin complicaciones. Una medida que podría imponerse en estos casos sería muy simple. En ningún momento se prohibiría a ese vehículo participar en el certamen, pero se limitarían las categorías que pudieran puntuar para el campeonato. ¿Cómo hacer esto? Por ejemplo, imponiendo que ninguna categoría de las admitidas pudiera optar a puntos del campeonato si no participasen un mínimo (5 por ejemplo) de equipos con vehículos de esa misma categoría. Podría darse el caso de que un piloto competitivo se juntase con 4 “gentleman drivers” (todos ellos con vehículos WRC) y acabase llevándose el título con comodidad, pero sería un riesgo que valdría la pena asumir. El siguiente problema que se presentaría sería que, si una prueba fuera valedera para un campeonato FIA y para el CER, los vehículos con homologación vigente podrían salir con dorsales relativamente bajos (pudiendo luchar con los pilotos internacionales de tú a tú), mientras que los vehículos que hubieran perdido su homologación tendrían que salir mucho más retrasados. Esto no sería un problema siempre que esos vehículos no homologados no estuvieran peleando por el título, pero si así fuera se estarían alterando las opciones de unos y otros. Esto no tendría una fácil solución, pero creo que en este caso los vehículos sin homologación deberían salir perjudicados, en lugar de salir todos los equipos al final. El tercer problema que se plantearía sería la posibilidad de que los vehículos más antiguos, que ya han perdido su homologación, pudieran batir a los vehículos más modernos, dando una mala imagen para las marcas. Este problema sería muy probable en las pruebas de asfalto con los vehículos F2 batiendo a los R5 o S2000 (aunque se compensaría en las pruebas de tierra) o con los F3 batiendo a los S1600. Personalmente creo que en los momentos donde los nacionales sufrieron sus peores momentos, la respuesta de la mayoría de las marcas fue abandonar los campeonatos, así que crear un campeonato para las marcas sería algo bastante absurdo. Creo que la mejor opción sería crear un campeonato que interese a los pilotos y equipos y que las marcas tengan que aceptar o no ese campeonato y sean ellas las que busquen participar en el campeonato y no el campeonato el que busque a las marcas.









A partir de aquí, aunque ya no entraban en la encuesta, me gustaría analizar una serie de cuestiones que considero que serían importantes para el devenir de este reestructurado campeonato, dando en todo caso una opinión personal sobre ellas.


¿Cómo se estructurarían las categorías admitidas en el certamen?

En este aspecto creo que lo más inteligente sería seguir el sistema FIA. La distribución sería la siguiente, con 6 grupos:

RC1: WRC 1.6T EVO, WRC 1.6T, WRC 2.0.
RC2: R5, R4, RRC, S2000, Kit Car F2, Maxi Rally y los vehículos del grupo A8.
RC3: R3, S1600, Kit Car F3 y los vehículos de los grupos N4 y A7.
RC4: R2 y los vehículos de los grupos N3 y A6.
RC5: R1 y los vehículos de los grupos N2 y A5.
RGT




¿Qué ocurriría con los vehículos GT?

Este es el aspecto para mí más preocupante al seguir un reglamento FIA. Los vehículos RGT de la FIA son muy poco competitivos frente a vehículos R5 o S2000, que deberían ser sus rivales más directos. Lo más lógico sería pensar en que la FIA debería hacer una revisión de esta categoría para permitir que los RGT se acercasen mínimamente a los niveles de competitividad de sus principales rivales, pero eso no es algo en lo que podamos entrar en este análisis. La única opción sería escaparse un poco de la normativa FIA en esta categoría y permitir algunas mejoras para estos vehículos. El problema de esta medida es que seguramente se acabaría una vez más con la modificación del resto de categorías, porque los F2 querrían rebajar su peso mínimo, los Maxi Rally aumentar su brida de admisión… La solución más viable sería continuar rigiéndose por la reglamentación FIA y esperar a que éstos hiciesen una revisión del reglamento para estos vehículos.




¿Cómo se puntuaría en cada prueba para el campeonato?

Para este tema, creo que lo más adecuado sería tomar un sistema de puntuación similar al empleado en los últimos años en el campeonato alemán, donde en cada rally se reparten puntos para el campeonato por las clasificaciones generales y por las clasificaciones de cada clase o categoría. La modificación que realizaría en este caso sería incrementar las posiciones con derecho a puntos y el total de puntos repartidos, para que cada piloto luchase en todo momento por mejorar una posición, aunque fuese la 26º de la general. La normativa alemana, puntuando también los primeros clasificados en cada clase, permitiría, por poner un ejemplo, que las actuaciones de Joan Vinyes en 2014, con 6 victorias entre los 2RM y 3 podios absolutos, llevasen al piloto andorrano a luchar por el título con los más potentes Porsche o R5.