La temporada de Peri Competición
"Un poco más de persistencia, un poco más de esfuerzo, y lo que parecía irremediablemente un fracaso puede convertirse en un éxito glorioso" (Elbert Hubbard)
Para todos los que de una u otra forma vivimos de cerca el mundo del automovilismo es sabido que los deportes de motor requieren de gran dedicación, mucho trabajo y enormes esfuerzos económicos. Dentro de este mundillo, los rallyes son una disciplina que aúna todas estas características a la perfección. Cada vez que un vehículo inicia un tramo basta un sólo instante para echar por tierra el trabajo de semanas, meses e incluso años. Cuando esto ocurre, la decisión más sencilla es arrojar la toalla. Sin embargo, existen equipos que golpe tras golpe, fracaso tras fracaso, continúan adelante, persiguiendo sus sueños y no dándose por vencidos, como si la palabra rendición no existiese en su vocabulario.
Poco podían imaginar los miembros de Peri Competición cuando a principios del mes de abril celebraban la presentación de su equipo lo dura que sería la temporada 2016 para ellos. Con sus miras puestas en disputar varias pruebas del regional gallego y de los nacionales de asfalto y tierra, el equipo de Sobrado dos Monxes mostraba la misma montura de temporadas anteriores, aunque para esta temporada estrenaban numerosas modificaciones. Su antiguo Peugeot 206 GTI había sufrido una profunda evolución, reconvertido ahora a un más competitivo Peugeot 206 RC.
La ilusión y las esperanzas del equipo estaban por todo lo alto y, a pesar de no estar muy conformes con la subida de precios de las licencias por parte de la federación gallega, apenas tres semanas después de su puesta de largo el equipo estaba presente en la segunda cita del año en el gallego de rallyes. El piloto de A Coruña Javier Pintor y la copiloto de Turces Jéssica Varela ponían a prueba las evoluciones de su montura en el Rali do Cocido.
La cita de Lalín presentaba unos tramos ratoneros, llenos de suciedades y humedades, algo habitual en la prueba del norte de Pontevedra. Sin los neumáticos adecuados, pero con muchas ganas de descubrir hasta dónde eran capaces de llegar, Pintor-Varela exhibían una espectacular conducción pero se encontraban con numerosos problemas. Desde el primer tramo la mecánica del Peugeot ponía contra las cuerdas al equipo, con el pequeño utilitario francés fallando durante todo el rally, con un motor que se quedaba sin fuerza y presentando además problemas en el varillaje del cambio durante la jornada matinal. Todos estos inconvenientes comprometían el resultado de la prueba, a pesar de lo cual el equipo se mostraba encantado con poder alcanzar la meta, esperando mejorar sus resultados en las siguientes pruebas.
El equipo estaba muy ilusionado con poder participar en el Rallye Terras do Mandeo, la cita de casa que supondría su debut en el campeonato nacional de tierra. Sin embargo, tras todo el trabajo empleado en la preparación del coche y los problemas que había sufrido en el anterior rally, decidían no arriesgar la mecánica de su 206 en los duros caminos de tierra de Curtis. A pesar de esta decisión, dos de sus componentes sí estarían presentes en la prueba. Javier Pintor cambiaba sus habituales labores y, sentándose por primera vez en el asiento de la derecha, ejercía como copiloto del piloto de Arzúa Anxo Valiño en su espectacular Opel Ascona. Jessica Varela también estaba presente en la prueba, copilotando a Javier García en un Renault 5 GT Turbo. La suerte no podría haber sido más dispar. Mientras García-Varela se hacían con una brillante victoria en la categoría de históricos, Valiño-Pintor se veían obligados a abandonar por la rotura del grupo del veterano vehículo alemán.
Prácticamente un mes después del Rallye Terras do Mandeo el equipo estaba presente en una nueva prueba del gallego de rallyes. El Rallye Cidade de Narón era la cuarta cita del año en el regional y a ella acudían por primera vez los miembros de Peri Competición. Tres años después de su último rally juntos, Luis Miguel Garea se sentaba de nuevo a la derecha de Javier. Con muchas ganas de hacerlo bien y con los problemas de motor ya solventados, Pintor-Garea no tendrían tampoco en esta ocasión un rally libre de incidencias. Consiguiendo algunos cronos destacados, Javier confesaba que se encontraba mucho más cómodo que en la prueba de Lalín, sin embargo los problemas en el varillaje del cambio volvían a presentarse, aunque las mayores incidencias estaban en el eje trasero de su vehículo, con una suspensión que provocaba varios sustos durante del transcurso de los tramos. En definitiva, los novedosos y complicados tramos de Narón demostraban que el 206 RC tenía bastante potencial, aunque mucho trabajo todavía por delante. Tras un rally lleno de dificultades, el equipo logró alcanzar la meta y volver a casa con el coche entero.
Jéssica Varela, ausente en Narón, volvía a tomar parte en el Campeonato de España de Rallyes de Tierra, copilotando de nuevo a García con su R5 en el Rally de Tierra del Bierzo. La suerte no estaría en esta ocasión de su lado, viéndose obligados a abandonar en la prueba berciana. Similar destino sufrirían en la siguiente cita de este campeonato, repitiendo abandono en el Rally de Tierra Norte de Extremadura, en esta ocasión con el Opel Ascona utilizado por Valiño. Entre estas dos pruebas, Javier Pintor decidía participar con su Peugeot en la más veterana de las citas de montaña en Galicia. Participando por primera vez en la mítica Subida a Chantada, Javier, falto de adaptación a esta modalidad y con la misma suspensión dañada de Narón, iba mejorando sus tiempos en cada ascensión hasta que llegando a meta de una de las ascensiones dominicales erraba un cambio, viéndose obligado a abandonar la prueba con el motor roto.
Momentos muy complicados para Peri Competición, ya que si el presupuesto ya era escaso al inicio de la temporada, la rotura de Chantada no hacía más que empeorar la situación, alejando durante más de tres meses al equipo de la competición. Durante este periodo, lejos de darse por vencidos continuaban con la puesta a punto de su vehículo, sustituyendo el propulsor dañado y colocando una suspensión y eje trasero nuevos, además de realizar una revisión a fondo del mismo.
Terminando de montar el coche el día anterior, Javier Pintor y Jéssica Varela se presentaban en la salida del Rallye San Froilán. Otro rally nuevo para ellos, pero en el que esperaban hacer un gran papel. Sin embargo, después de los problemas surgidos en las citas anteriores, los fallos detectados al poco de comenzar llevaban al equipo a decidir abandonar la prueba tras el primer tramo, ante la posibilidad de sufrir una avería mucho mayor. Con la tristeza de haberse visto obligados a abandonar de nuevo, pero con el alivio de saber que un simple cable mal conectado había provocado dichos fallos, Peri Competición ponían sus miras en la última prueba del gallego de rallyes.
En el Rali Comarca da Ulloa, ahora celebrado a finales de noviembre, Javier Pintor y Ana Rodríguez habían logrado su mejor resultado en un rally del gallego dos años antes, aunque la edición del año anterior había finalizado con un abandono. Las expectativas eran máximas para esta prueba con un vehículo muy mejorado y que parecía funcionar a la perfección.
Siguiendo un guión más propio de una película de terror, la andadura de Javier y Ana en la prueba lucense no podía comenzar de peor manera. El día anterior a la disputa del rally, poco antes de iniciar el proceso de verificación del vehículo, el piloto decide dar una vuelta con el coche para comprobar que todo está en su sitio. El destino vuelve a jugar una mala pasada a este equipo y el motor del 206 vuelve a ceder tras una fuga de aceite no detectada. Renunciando una vez más a una comprensible retirada, el humilde equipo coruñés decide intentar sustituir de nuevo el motor, para verificar el vehículo y estar en la línea de salida del primer tramo. El escaso tiempo disponible obligaba a pasarse muchas horas trabajando para, en la madrugada, pocas horas antes de iniciar el rally, tener el coche listo para la disputa de la prueba. Muchas horas de trabajo y un coche montado en el último momento hacen que Pintor-Rodríguez se encuentren con varios problemas y algún susto en el primer tramo. En el segundo tramo todo parecía estar en su sitio y, estando en un terreno conocido, la pareja del 206 decidía incrementar el ritmo. Sin embargo, este exceso de optimismo y confianza jugaría en contra de sus expectativas. Una curva que se le atragantaba al pequeño 206 verde en una zona bastante rápida y las ilusiones y esperanzas de un equipo se quedaban volteadas en una cuneta. Un fuerte golpe el del Peugeot 206 RC que quedaba seriamente dañado y obligaba a neutralizar el tramo. Por suerte, Javier y Ana no padecían daños físicos de consideración, aunque el susto tras el fuerte impacto sí había sido considerable.
Un duro final de temporada para un equipo que ya había sufrido mucho a lo largo de todo el año. Pero como narra la frase de Hubbard al comienzo de esta publicación, todo fracaso puede convertirse en éxito con esfuerzo y perseverancia. Es por eso que Peri Competición demuestra una vez más que son un ejemplo a seguir y, viendo siempre con optimismo cada mala jugada del destino, ven en la siguiente temporada una nueva oportunidad de desquitarse y poder cobrarse esa deuda que los rallyes tienen con ellos. Una nueva carrocería se encuentra ya en el garaje del equipo, esperando a ser montada de nuevo en un vehículo en el que quedan muchas horas de trabajo por delante.
"Ha sido una temporada con más puntos negativos que positivos. Intentamos evolucionar el coche lo máximo posible y llegamos a Lalín con muchas ganas, pero un problema en la alimentación nos obligó a correr el rally a tres cilindros, a pesar de lo cual logramos acabar. En Narón, un rally que no conocíamos, salimos con los problemas del Cocido solucionados, pero en el primer tramo doblábamos un amortiguador, teniendo que hacer así todo el rally y sufriendo para terminar. Chantada fue un auténtico desastre, en la tercera manga rompimos el motor por un error mío metiendo la marcha equivocada. El San Froilán fue un rally desastroso en el que no logramos ni completar el primer tramo. Nos quedamos tirados por un error mío, al conectar mal unos cables, pero cuando me di cuenta ya estábamos fuera. El de la Ulloa era el rally que más esperábamos. Salimos con muchas ganas, después de trabajar toda la noche reparando el motor. Iniciamos el primer tramo a tope, pero nos pasó de todo. Se nos soltó dos veces el cable del acelerador, perdimos un tornillo del varillaje y hasta tuvimos una excursión fuera de pista. Y en el segundo tramo lo peor de todo, volcamos.Para el próximo año tengo como meta terminar de preparar bien el coche, que todo funcione perfectamente y poder acabar bien un rally, algo que hace tiempo que no pasa. Intentaremos salir en Ferrol, ya que es una prueba a la que siempre le tuve ganas."
Javier Pintor
"El único resumen que puedo hacer de la temporada es que ha sido una temporada bastante desastrosa. Inicié la temporada junto a Javier Pintor teniendo programados el Rali do Cocido y Narón, al cual finalmente no pude acudir por motivos laborales. En el mes de marzo recibí la invitación de Javier García para acompañarlo en el rally de Curtis, la prueba de casa, donde conseguimos una victoria en la categoría de históricos que nos animó a hacer un par de pruebas más para ver si podíamos hacernos con el título. Después de Ponferrada y Extremadura, con sendos abandonos, optamos por no hacer más pruebas al tener menos posibilidades. Mi temporada acabó en Lugo, en el San Froilán, de nuevo junto a Javier Pintor y donde duramos un sólo tramo.De cara a la próxima temporada seguiré con Pintor, aunque tendremos que mirar qué pruebas vamos a hacer, ya que todavía queda mucho trabajo por delante en el coche después del golpe de A Ulloa. También me gustaría salir en el rally de tierra de Arzúa si se presenta la oportunidad."
Jéssica Varela
"Ha sido una temporada algo desastrosa, donde la suerte poco nos ha acompañado. Tantas ganas que teníamos de hacer el rally de casa y lo acabamos de la peor manera, volcando. Fue una nueva experiencia que espero que no se repita, aunque al estar metida en este mundo sabes que estas cosas pueden pasar. Desde un principio tuve el presentimiento de que este rally no era para nosotros. El día antes rompimos el motor a causa de un cable que no dejaba pasar los gases. Conseguimos salir gracias a la asistencia que estuvo toda la noche trabajando para cambiarlo.
En cuanto al futuro, lo primero será acabar el coche de nuevo y luego decidiré si me vuelvo a subir. Ahora mismo me veo participando en alguna de las pruebas."
Ana Rodríguez
Desde aquí sólo queda mandar todos los ánimos posibles a este equipo, para que sigan sirviendo como ejemplo de superación y de que cuando se tiene un sueño, una meta, un objetivo, no hay fracaso que pueda obligarnos a darnos por vencidos.
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